Moralidad sin Dioses

Ponencia presentada por Ángel Sandoval del Movimiento Popular Revolucionario en el foro “Moralidad sin Dioses” el 19 de noviembre de 2009 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Me da mucho gusto estar aquí con ustedes. He estado presentando el libro ¡Fuera con todos los dioses! desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo de Bob Avakian. Y en el debate, siempre surge la cuestión de la moral, y qué bueno que estamos debatiendo esto hoy.

Avakian analiza crítica y científicamente las tres principales religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Analiza cómo surgieron estas religiones y cómo llegaron a predominar en el mundo: No fue porque representan alguna verdad o código moral universal, sino por fuerzas muy terrenales. Por ejemplo, ¿por qué la gente dejó de creer en los dioses de los diferentes pueblos indígenas? Fue por la Conquista y la Colonia, en que los gobernantes españoles cometieron genocidio contra las poblaciones indígenas, destruyeron sus templos, arrasaron con el templo mayor para construir la catedral en su lugar y castigaban con la muerte la creencia en los dioses anteriores. Así es como se estableció la doctrina cristiana en estas tierras: la espada de la conquista y la horca de la inquisición.

Al analizar los orígenes de la religión el libro Fuera con todos los dioses nos dice: “La noción de dios o dioses, la inventó la humanidad en su infancia debido a la ignorancia.

“La han perpetuado las clases dominantes por miles de años desde entonces al servicio de sus intereses de explotar y dominar a la mayoría de la gente y mantenerla esclavizada bajo la ignorancia y la irracionalidad.

“Gestar un mundo y futuro nuevo y mucho mejor para la humanidad implica derrocar a tales clases explotadoras y liberarse de tal ignorancia e irracionalidad esclavizante y dejarla atrás para siempre”.

Avakian destaca que puede y debe haber unidad entre creyentes y comunista

s en la lucha contra la opresión, pero a la vez hace falta un vivo y activo debate acerca de la religión, ya que en realidad dios no existe y la concepción religiosa del mundo causa mucho daño y no puede conducir a acabar con la opresión.

Al debatir esto, uno de los argumentos que hemos oído a favor de la religión es el siguiente: “Si no creemos en dios, no habría una moral, así que seríamos unas bestias y finalmente la sociedad sería un horror”.

Analicemos un poco este argumento. En primer lugar, ya vivimos en una sociedad en que la religión tiene un enorme peso, "México siempre fiel”, nos decía el Papa, un país en que algo así como el 90 o el 95% de la gente cree en dios, y el hecho es que esta sociedad ya es horrorosa.

Por ejemplo, este año van más de 6 mil muertos, la mayoría jóvenes, en esto de la “guerra contra el crimen organizado”. Los conflictos armados en que el narco está vinculado con el gobierno, la policía y el ejército en todos los niveles son un verdadero horror. Por otra parte, los jóvenes no tienen futuro bajo este sistema: se habla de la generación de los “ni -- ni”, que ni trabajan ni estudian y no es por su culpa y sí por el sistema capitalista que vivimos que no da trabajo ni suficientes oportunidades para estudiar a estos jóvenes. Calderón dice que es porque no conocen a dios. Y este es un buen ejemplo de cómo la moral cristiana culpa a la gente y defiende al sistema que es el causante de la explotación y sufrimiento que vive. Además, está la pederastia que está protegida por el estado y la iglesia; la suprema corte libera a los asesinos de campesinos en Acteal; hay tantas violaciones y acoso sexual a las mujeres; los homosexuales son asesinados por su sexualidad. En resumen, hay tremenda degradación y crueldad en todos los niveles. Son algunos ejemplos de la sociedad opresiva y horrorosa que vivimos y esto pasa con religión y con la creencia en dios.

Consideremos en contraste la experiencia de la China socialista en los tiempos de Mao Tsetung, antes de la restauración del capitalismo. Si algunos de ustedes tienen el interés de conocer la verdad de esa experiencia detrás de las mentiras que se repiten a cada rato, se van a sorprender. Por ejemplo, un profesor que vivía la Revolución Cultural nos comenta que en su aldea por diez años, no hubo ningún crimen, y en el país en general el crimen se redujo a tal grado que la gente no temía salir de noche y muchos ni cerraban con llave su casa. ¿Se imaginan ustedes? Prácticamente se eliminó la drogadicción y la prostitución, ayudando a la gente a encontrar una nueva vida. Se eliminó el desempleo y se daba de comer a todo mundo en un país en que antes muchos miles morían de hambre. Otra profesora platica que en ese entonces, los jóvenes no se veían con diferencia de género, las mujeres no fueron menospreciadas y no consideraban que su papel o destino estuviera vinculado a su género. Y hubo muchos ejemplos de luchar por emancipar a toda la humanidad, como dijo una campesina, “Yo crío cerdos para la revolución mundial”. No pensaba solo en su familia, sino en toda la gente en el mundo.

En esa sociedad predominaba otra moral, la moral de servir al pueblo, que es muy, muy diferente a la moral de esta sociedad en que vivimos ahora. Y lo que viene al punto para el problema que estamos debatiendo es que la religión tenía mucho menos peso e influencia en esa sociedad, y que la fuerza que encabezaba la lucha de la gente por lograr esas transformaciones liberadoras en la sociedad y en la moral fue el partido comunista, que reivindicaba abiertamente el ateísmo. No fue como nos cuentan: sí existía la libertad de creencia en esa sociedad socialista, seguía existiendo un sector importante de creyentes y muchos creyentes participaron en realizar esas transformaciones revolucionarias en la sociedad. Pero un sector grande de la gente dejó de creer en dios y los comunistas propagaban una cosmovisión científica del mundo, el materialismo dialéctico, que reconoce el hecho de que dios no existe.

Así que no es cierto que sin la religión no tendríamos una moral, tampoco que la sociedad sería un caos. En el libro Fuera con todos los dioses se enfatiza que: NECESITAMOS UNA MORAL PERO NO LA MORAL TRADICIONAL, NO LA MORAL RELIGIOSA; NECESITAMOS UNA MORAL QUE CORRESPONDA A EMANCIPAR A LA HUMANIDAD, NECESITAMOS UNA MORAL COMUNISTA.

Entendemos por qué mucha gente siente la necesidad de la religión como consuelo ante los horrores y sufrimiento que vive en esta sociedad, pero la religión no va a acabar con todo ese sufrimiento y horrores y sí es una cadena mental que impide cambiar radicalmente el mundo. Es una cadena mental porque inculca la fe ciega en cosas que no existen, como dios, el cielo y el infierno, que estorba el esfuerzo por conocer científicamente cada vez más la verdadera naturaleza del mundo en que vivimos, y es una cadena mental porque culpa a la gente de la situación de opresión que vive y justifica esa opresión con una moral anticuada y reaccionaria.

¿No creen ustedes que la moral religiosa, por ejemplo del cristianismo, sea una moral anticuada, reaccionaria y opresiva? Veamos algunos ejemplos de la moral que promueve la Biblia.

La Biblia predica sumisión ciega a la autoridad. Por ejemplo, Romanos 13, versículos 1 y 2 dice: “Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación”. Así que por ejemplo, según esto, los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas deben someterse al gobierno de Calderón, porque lo manda la Biblia, y no deben rebelarse, cuando en realidad es completamente justo rebelarse contra este gobierno que no representa ningún orden divino inexistente y que echa a estos trabajadores a la calle de la noche a la mañana en un intento de suprimir fuerzas que se oponen a su programa y para allanar el camino a mayor privatización de la industria eléctrica, poniéndola en manos del gran capital nacional y extranjero.

En contraste con la moral religiosa de sumisión ciega a la autoridad, la moral comunista (al contrario de las mentiras que nos han contado al respecto), si bien reconoce la necesidad de dirección, promueve el pensamiento crítico, que la rebelión se justifica y que la meta final de la lucha, el comunismo, será una sociedad en que no hará falta ni estado ni autoridades por encima de la gente. Es más, la nueva síntesis de Bob Avakian enfatiza la necesidad de promover bastante más el debate, disentimiento y la protesta en las futuras sociedades socialistas.

La Biblia también predica la sumisión de la mujer al hombre y a la autoridad patriarcal. Entre muchos ejemplos, podemos citar Efesios 5:22-25, que dice: “Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; … Así que como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”.

Estas ideas se expresan en nuestra cultura ahora con expresiones como: Lo que diga mi señor; mi vida es la familia; no eres mujer si no eres madre; no debes divorciarte tienes que aguantar, es tu cruz; si no te pegan no te quieren; eres mujer, ¿para que estudias?; si te embarazas te casas; salió con su domingo siete; tienes que aguantarte los golpes por tus hijos.

¿Cuánta opresión y degradación de la mitad de la raza humana se ha justificado con esta moral religiosa machista y patriarcal? Las golpizas a las mujeres, la discriminación y el acoso sexual en el trabajo, negarles el derecho de siquiera decidir sobre su propio cuerpo con el derecho al aborto seguro y el uso de anticonceptivos, la pornografía que pone a la mujer como un objeto de úsese y tírese, los feminicidios de Ciudad Juárez y otros lugares... la lista es interminable.

En contraste con la moral machista y patriarcal de la Biblia, la moral comunista se basa en el entendimiento científico de que la opresión a la mujer surgió con el advenimiento de las sociedades de clase y que es esencial liberar a las mujeres de toda forma de opresión y desigualdad como parte de la lucha por emancipar a la humanidad. Plantea romper las cadenas y desatar la furia de las mujeres como una fuerza poderosa para la revolución.

Nos limitamos a estos ejemplos, aunque además de promover la sumisión ciega a la autoridad y la opresión a las mujeres, la Biblia también defiende:

La esclavitud

Matar homosexuales

Matar a niños desobedientes

Superstición y temor a lo desconocido

Matar a los que adoran a otros dioses

Matar a mujeres que no son vírgenes al casarse

Violar y esclavizar en las guerras a las mujeres que son vírgenes

Esto es horroroso, ¡y hay más!

Esta moral no es la moral que necesitamos.

La Biblia no es palabra de dios, que no existe, sino un texto de una antigua sociedad esclavista y patriarcal que defiende y justifica las relaciones de explotación y opresión de aquella sociedad y promueve una moral que corresponde a tales relaciones. Así es la relación en general entre la moral y la estructura económica y social de una sociedad. La moral no determina la naturaleza de la sociedad, sino que todo sistema moral refleja las relaciones económicas y sociales de una sociedad dada. Sin embargo, la moral tiene un impacto importante: la moral predominante justifica, defiende y reproduce las relaciones económicas y sociales existentes y a veces, sobre todo en tiempos revolucionarios, otra moral surge que cuestiona y subvierte estas relaciones, como parte de la lucha por transformarlas.

¿Por qué la moralidad de la Biblia aún se sostiene, con ciertas modificaciones, si ya no estamos en el esclavismo? Es porque aun vivimos en una sociedad basada en la explotación, caracterizada por profundas desigualdades y sufrimientos y la moral de esa sociedad esclavista y patriarcal del pasado todavía sirve como pegamento de la sociedad capitalista y patriarcal del presente. Napoleón Bonaparte, que jugó un papel importante en consolidar el sistema capitalista en Francia y Europa, explicó bien por qué las clases dominantes explotadoras actuales necesitan la religión. Dijo: “La sociedad es imposible sin la desigualdad, ésta no puede sostenerse sin una moral que lo justifique; y a su vez la moral no puede mantenerse sin la religión”. (p. 37) O sea, la religión y la moral correspondiente sirven para justificar y defender las grandes desigualdades e injusticias de este sistema.

Pero el sistema capitalista mundial ya no es necesario ni deseable para la mayoría de la humanidad. Ya es posible otra sociedad. Ya existe el conocimiento y la tecnología suficiente para acabar con el hambre y cubrir las necesidades básicas de todos: lo que pasa es que eso no se hace en esta sociedad porque no es una actividad rentable para los capitalistas que controlan la economía. Existe la base para organizar la sociedad de manera radicalmente diferente, en que la riqueza producida socialmente por miles de millones de seres humanos no sea apropiada por un puñado de grandes capitalistas sino que se destine a las necesidades del pueblo. Para esto, se necesita arrebatarle el control de la sociedad a los imperialistas y otros explotadores por medio de la revolución comunista. Esa nueva sociedad es una sociedad socialista como transición al comunismo, la sociedad sin clases ni desigualdades sociales, en el mundo.

Así como la moral religiosa actual corresponde a las relaciones económicas y sociales de opresión y explotación de la sociedad actual y sociedades de clase anteriores, la moral comunista corresponde a las relaciones económicas y sociales de la sociedad socialista como transición al comunismo.

Esta transición al comunismo requiere la abolición de las "cuatro todas" identificadas por Marx: 1) la abolición de todas las diferencias de clase, como son, por ejemplo, las diferencias entre obreros y capitalistas, campesinos y terratenientes, etc.; 2) la abolición de todas las relaciones económicas que determinan las clases (como son el acaparamiento de los medios de producción por unos cuantos, la división entre los que trabajan con la mente y con las manos y la distribución de lo que se produce); 3) la abolición de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, como son, por ejemplo, el patriarcado y la opresión de la mujer, la discriminación y opresión a los indígenas y la dominación de una nación por otra; y 4) la abolición de todas las ideas que corresponden a eso, por ejemplo el machismo, el racismo, etc.

Esto es la base de la moral comunista, estas 4 Todas. No que “Los pobres siempre estarán con nosotros”, como dice la Biblia, sino que hay que acabar con la pobreza, y no sólo eso, sino acabar con todas las profundas disparidades en el mundo.

La moral comunista corresponde a la futura sociedad comunista y tiene que aplicarse concretamente a todos los diferentes problemas en la sociedad. Por ejemplo, actualmente fuerzas fundamentalistas se oponen al matrimonio gay, como parte de su ofensiva por reforzar la moral tradicional y patriarcal, y la Biblia predica que hay que matar a los homosexuales, en Levítico 20:13, que dice “Si alguien se acuesta con varón como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos”. En realidad, como señala el libro de Avakian, ni las relaciones heterosexuales ni las homosexuales tienen de por sí nada que sea más positivo o negativo ni nada que sea más o menos natural, y la demanda democrática de igualdad para el matrimonio entre personas del mismo sexo es completamente justa. Sin embargo, mientras siga existiendo el sistema actual las relaciones entre las personas en las parejas que sean, no escaparán de la influencia del patriarcado. Por eso, lo más importante es el contenido de cualquier relación sexual o íntima, sea heterosexual, homosexual o lesbiana: ¿expresa y promueve el afecto, el respeto mutuo y la igualdad en la pareja –y contribuye a lograr la igualdad entre hombres y mujeres--, o constituye y contribuye a la degradación de las personas y a la opresión de la mujer en particular?

En resumen, necesitamos la moralidad sin dios. En primer lugar, porque dios no existe, así que, si vamos a ser buenos, necesariamente será sin dios. Pero más fundamentalmente porque la moral religiosa de la Biblia, así como la del Corán de Islam o la Tora de judaísmo, es una moral anticuada, dañina y opresiva. Necesitamos una nueva moral encaminada a eliminar toda forma de explotación y opresión y toda relación de desigualdad social entre los seres humanos,

una moral internacionalista de plena igualdad para los pueblos indígenas y entre todas las naciones,

una moral que corresponde a la plena emancipación de las mujeres,

una moral de relaciones cooperativas con diversidad e iniciativa individual,

una moral de pensamiento crítico y científico, en vez de obediencia ciega, ignorancia y superstición. Necesitamos, en fin, la moral comunista.


Gracias.
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Influenza porcina: lo puerco es este sistema



Foto: Depósito de restos de cerdos en Granjas Carroll. Foto de Carlos Ramos Mamahua, La Jornada

La nueva cepa de virus de influenza A/H1N1 conllevó la amenaza de una pandemia mundial y ha provocado la muerte confirmada de 45 mexicanos hasta el 8 de mayo. Muy posiblemente se generó por vía rápida en una granja porcina capitalista en gran escala como Granjas Carroll en Puebla y Veracruz, y sin duda también fue más mortífera y problemática por la naturaleza del sistema capitalista mundial en que vivimos.

El riesgo de pandemia, como las tres pandemias de influenza del siglo pasado de 1918, 1957 y 1968, que resultaron en millones de muertes en el mundo, surge cuando aparece, por recombinación genética o mutación, una nueva cepa de influenza que sea fácilmente transmisible de humano a humano y a la que el sistema inmune de los seres humanos no tenga todavía resistencia.

Granjas porcinas industriales capitalistas: lugar de cultivo de nuevas cepas peligrosas

Las grandes granjas porcinas capitalistas, regidas por naturaleza por el principio de la máxima ganancia privada y no por su utilidad social, han acelerado enormemente el proceso de recombinación de los virus de influenza (o gripe, estas dos palabras se refieren a la misma enfermedad). Los puercos son criaderos de nuevas cepas de influenza, frecuentemente combinando en su cuerpo virus de procedencia aviar, porcina y humana que pueden recombinarse genéticamente y producir cepas transmisibles entre los seres humanos. Se cree que eso es lo que pasó en las pandemias anteriores, y la mayoría de los científicos creen que es el caso con la nueva cepa A/H1N1, que combina elementos (polymerasas) porcinos, aviar y humano.

Este proceso lo ha propiciado y acelerado la transformación en décadas recientes de las granjas porcinas tradicionales en enormes complejos industriales, como Granjas Carroll en Puebla y Veracruz que produce un millón de cerdos al año que, sofocados por su intenso hacinamiento y las enormes cantidades de excremento producidas, intercambian patógenos a un paso veloz. Una primera señal de alarma ocurrió en 1998 cuando una cepa altamente patogénica devastó la población de cerdos de una granja en Carolina del Norte y a partir de ese entonces nuevas variantes empezaron a aparecer casi cada año. En 2003, un artículo de Bernice Wuethrich en la revista Science reportó que “luego de años de estabilidad, el virus de la influenza porcina norteamericana ha saltado hacia una vía rápida de evolución”.

El año pasado el Centro de Investigación Pew en EU emitió un informe sobre la “producción animal en las granjas industriales”, con la advertencia de que “el continuo reciclaje de virus… en grandes manadas o rebaños incrementará las oportunidades de generación de virus novedosos, mediante mutación o eventos recombinantes, que podrían propiciar una transmisión más eficaz de humano a humano”. Estas investigaciones han sido obstruidas sistemáticamente por las grandes empresas industriales de la rama, entre ellas Smithfield Foods, sancionada en 1997 en EU por graves daños al medio ambiente y la salud y que es propietario del 50% de las acciones de Granjas Carroll.

Varios informes periodísticos en el lugar han comprobado que Granjas Carroll en Puebla y Veracruz son un verdadero infierno: un fétido olor y enjambres de moscas provenientes de las granjas inundan a las comunidades alrededor, así como el gas metano producido por las lagunas de oxidación o “biodigestores” que son pozos donde tiran los marranos muertos por enfermedad, heridas o aplastamiento. Las aguas negras producidas en los criaderos son una mezcla tóxica de excremento, orina, residuos químicos, biológicos y antibióticos. Conagua comprobó en 2003 la contaminación del agua local con heces, pero bajo presión de la empresa se retractó en 2006. Los pobladores llevan años protestando la destrucción del medio ambiente y las persistentes enfermedades gastrointestinales y respiratorias que ha provocado la empresa, pero lo único que ha hecho el gobierno es detener, a instancias de la empresa, a cinco ambientalistas de las comunidades bajo cargos fabricados de robo y “ataque a las vías de comunicación”.

Fue precisamente en esta zona, en la comunidad de La Gloria, municipio de Perote, Veracruz donde ocurrió a partir del 9 de marzo de este año un brote severo de enfermedad respiratoria que llegó a infectar a 616 de los 2 mil 155 habitantes. No había medicamentos para atender a los enfermos y tres niños murieron.

Los pobladores atribuyeron el brote a la contaminación de la empresa y un funcionario de salud municipal indicó que investigaciones preliminares identificaron a las moscas como vector (origen) del brote, aunque tanto la empresa como las autoridades principales negaron esto, si bien impusieron un cerco sanitario… y fumigaron por moscas.

Muertes innecesarias por un servicio de salud criminal

Entre los enfermos, según aceptó el mismo Secretario de Salud, José Ángel Córdova en su conferencia de prensa televisada el 27 de abril, estuvo el primer caso, o uno de los primeros casos, de influenza porcina (rebautizada "influenza humana" por la Organización Mundial de Salud (OMS) para proteger a la industria porcina), en un niño llamado Edgar Hernández, con una muestra del caso disponible desde el 2 de abril (y el informe de notificación de casos, publicado el 30 de abril en la revista el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, indica, sin especificar detalles, un caso confirmado en México el 15 de marzo).

Las mismas autoridades sanitarias han señalado que una de las principales causas de muerte en esta epidemia ha sido la atención tardía a los pacientes. Y una de las causas de esta atención tardía fue la negligencia criminal del sistema de salud que contaba con una muestra de la nueva cepa de influenza por lo menos desde el 2 de abril y no alertó a la población sino hasta 21 días después, lo que sin duda resultó en muertes innecesarias.

La muestra no fue analizada hasta mucho después, en parte por las fallas mortíferas del sistema sanitario en general, que no cuenta ni con el personal ni el equipo ni los suministros necesarios, y en parte porque la prueba necesaria para identificar nuevas cepas de virus de influenza (la prueba de reacción en cadena por polimerasa, o PCR, por sus siglas en inglés) no estaba disponible en México, aunque la OMS nos tenía en la lista de países con esa capacidad. Esto a su vez es producto del desmantelamiento del sector salud en décadas recientes con la desaparición, por ejemplo, del Instituto Nacional de Higiene y del Instituto Nacional de Virología (dedicado a investigación científica de cepas virales y diseño de vacunas) bajo Zedillo y el recorte, bajo Fox, del presupuesto de la empresa paraestatal Birmex (Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, que antes surtía vacunas, inmunoglobulinas y reactivos de diagnóstico) a pesar de las persistentes advertencias de los peligros de nuevos virus de parte de la comunidad científica sobre todo a partir del brote de influenza aviar en Asia en 1997.

La OMS y la Organización Panamericana de Salud (OPS) cuestionaron a las autoridades mexicanas sobre el brote de casos atípicos de neumonía (que frecuentemente es la causa inmediata de muerte en casos de influenza) el 11 de abril; el gobierno respondió que “el evento [de Perote] había terminado”. Y para que las autoridades sanitarias enviaran muestras a los laboratorios de Canadá y Estados Unidos (lo que finalmente confirmó la existencia de la nueva cepa A/N1H1), hicieron falta brotes de influenza atípica en la Ciudad de México, San Luís Potosí, Baja California y Oaxaca (y en éste último caso una revisión por parte de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico indicó que el hospital donde ocurrió era “un lugar de cultivo” de epidemias por su sobresaturación, ya que llegaba a atender más de 240 pacientes hospitalizados con solamente 120 camas). Todavía el 22 de abril, con unos 20 decesos reportados oficialmente a nivel nacional por el fenómeno, Córdova insistía en que a lo mejor se trataba de "la colita de la epidemia" en EU de influenza estacional (a que los seres humanos ya tienen resistencia inmunológica) y que no había que caer en el "pánico".

Sin prueba, sin medicamentos, sin tratamiento oportuno, sin siquiera tapabocas

Al finalmente descubrir que se trataba de una nueva y peligrosa cepa del virus, al día siguiente se declaró la alerta sanitaria y la suspensión de clases en el DF y el Estado de México. El mismo Córdova comenzó a sembrar el pánico, con información que se volvía cada vez más confusa y contradictoria con el paso de los días. Las cifras subían y bajaban a diario, confundiendo la nueva cepa con otros tipos de gripe y con cualquier caso de neumonía, y rehusando proporcionar información específica alguna en relación con los casos comprobados de la nueva cepa viral.

Mientras el discurso oficial insistía que todo estaba “bajo control”, la realidad que vivían miles de personas era muy distinta y esta realidad fue tapada por los principales medios de comunicación. Los médicos del importante Centro Médico Nacional La Raza del IMSS denunciaron que no tenían ni los más sencillos tapabocas. Cuando Alfonso Morales Escobar llevó a su madre al hospital Darío Fernández del ISSSTE con un cuadro de síntomas como el de influenza difundido por las autoridades y pidió la prueba de influenza publicitada por las mismas autoridades, el doctor le respondió, "¿Cuál prueba?... Las autoridades están diciendo muchas mentiras, Que vengan y vean que no tenemos ni pruebas ni medicamentos ni nada. A ellos se les hace muy fácil estar engañando a la población”. Ha habido varias denuncias de la falta de antivirales, equipo y atención también en otros hospitales.

Muy ilustrativo es el caso de Óscar, reportado en El País el 3 de mayo: “[Tenía] cinco años y siete meses. El jueves 16 de abril, el niño se puso mal. Su madre lo llevó a la clínica 11 del Seguro Social. ‘No lo quisieron recibir’, cuenta su tía, ‘porque no tenía fiebre. Nos dijeron que era una gripe normal’. Por la tarde, Óscar empezó a vomitar y lo llevaron a otra clínica del Seguro Social. Tampoco lo atendieron. Al día siguiente, a las seis de la mañana, Óscar empezó a sufrir convulsiones y, entonces sí, lo ingresaron de urgencia. Cinco horas después el niño ya estaba muy grave con un cuadro de neumonía. Lo pasaron a un cuarto de Terapia Intensiva... junto con otros ocho niños… murió a los nueve días de sentir los primeros síntomas, tras sufrir un calvario de hospital en hospital”.

Medidas represivas y oportunidades de jugosas ganancias

Para colmo, para remarcar el profundo antagonismo entre el aparato estatal al servicio de las clases dominantes y la gran mayoría del pueblo, el presidente Calderón se aprovechó de la alerta sanitaria para proclamar un nuevo decreto represivo que permite a las autoridades ingresar "a todo tipo de local o casa habitación” sin orden alguna, aislar a las personas a su antojo y “evitar congregaciones de personas en cualquier lugar de reunión” con el pretexto de "la existencia de una afectación a la seguridad interior" que incluye, entre otros, el riesgo de "sublevación". Por su parte, el "presidenciable" de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del DF, se esforzó por demostrar que es tan “duro” contra la población como cualquiera, aplicando, entre otras medidas, la prohibición de visitas a los presos, lo que implicó cortar el suministro de comida y agua que sus familiares les llevan, prohibición que sólo se levantó tras el enfrentamiento tanto de reos como de sus familiares con guardias y policías.

Aunque se mantenga estable o se reduzca el número de casos de A/N1H1 en México ahora, eso no significa el fin de esta nueva cepa de influenza: muchos expertos indican que es probable que vuelva a brotar en la temporada invernal, que es más propicia para los virus de la gripe. En cuánto a las medicinas antivirales efectivas contra este virus, estamos en manos de enormes empresas farmacéuticas como la empresa suiza Roche (fabricante de fosfato de oseltamivir, en su marca “Tamiflu”) y la británica, GlaxoSmithKline (fabricante de zanomivir o “Relenza”) que hasta ahora han combatido con éxito las exigencias de producir productos genéricos a más bajo costo. Novartis de Suiza y Baxter Internacional de EU pretenden responsabilizarse de la fabricación de una vacuna, con la bendición de la OMS (y el gobierno mexicano firmó antes de la alerta sanitaria un acuerdo para que la transnacional Sanofi-Aventis produzca vacunas en México). El valor de las acciones de estas empresas ha aumentado súbitamente, frente a las perspectivas de jugosas ganancias fabricadas de la miseria de otros.

Lo puerco es este sistema; la salud del pueblo exige otro sistema radicalmente diferente

Todo esto viene a demostrar que lo más puerco de este virus es el sistema capitalista mundial y su expresión aquí: sus grandes empresas de desechos porcinos tóxicos son el principal indiciado de haber acelerado la recombinación de esta y otras cepas potencialmente peligrosas; la falta de vigilancia sanitaria y el desmantelamiento del sistema de salud a que tiene acceso la gran mayoría provocaron muertes innecesarias; el manejo de la crisis, fuera del discurso oficial, fue deplorable; y la fabricación de antivirales y una vacuna para enfrentar la amenaza latente sigue estando a merced de las ganancias de un puñado de empresas transnacionales.

En esto se refleja la contradicción fundamental del sistema en que vivimos, entre la producción socializada (con su potencial para satisfacer las necesidades de toda la gente), y la apropiación capitalista privada (o en términos más sencillos, el hecho de que lo que determina lo que se produzca y cómo son las ganancias de los capitalistas). La producción socializada y tecnificada de la sociedad moderna es completamente capaz de producir los alimentos necesarios para dar de comer a todo el mundo (estudios de la ONU han comprobado este hecho desde los años 60) sin dañar la ecología, pero mucha gente sigue hambrienta y mucha gente se enferma y muere por estos sistemas de producción que destruyen el medio ambiente, porque semejantes consideraciones no generan ganancias para empresas como Smithfield Foods y Granjas Carroll.

El gobierno no es simplemente una empresa, pero a fin de cuentas sirve a los mismos intereses de los imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes. Esto se ve claramente en el desmoronamiento del sistema de salud pública —no lo consideran rentable ni de provecho para las ganancias capitalistas— mientras existe un sistema privado paralelo en que es posible, con suerte, recibir atención adecuada, si uno tiene suficiente dinero. También se ve en los fríos cálculos de "costos y beneficio" del gobierno con respecto a la alerta sanitaria. ¿De qué hablaban esos señores? Si quitamos el velo de retórica humanitaria, su política seguía un frío cálculo económico de ganancias y pérdidas: ¿las medidas iban a afectar las ganancias y la economía más que si se proliferaba la epidemia, resultando en ausentismo y otras pérdidas? Las vidas humanas que se perdieron sin necesidad les tienen sin cuidado a estos señores. Todo es cálculo monetario. De nuevo, la producción moderna socializada y tecnificada es completamente capaz de proporcionar el equipo necesario para confirmar la naturaleza de esta y otras cepas de virus, proporcionar atención médica preventiva de calidad, proporcionar los medicamentos necesarios, pero no se hace esto para la gran mayoría, porque no es rentable, no es acorde con las máximas ganancias de la economía. Esto no es simplemente una cuestión de malicia o corrupción, aunque sí las hay, y no es casual que los mandatarios de todos los principales partidos políticos demostraron claramente en esta crisis el antagonismo fundamental entre los intereses que estos señores sirven y los intereses de la gran mayoría. A fin de cuentas, el gobierno tiene que servir a los intereses del sistema económico vigente, y esa contradicción fundamental del sistema entre la producción socializada y la apropiación capitalista privada también se refleja en las políticas de este estado.

No tiene que ser así y ya no debe seguir así. La revolución de nueva democracia podrá quitar la propiedad y el control de los principales recursos económicos por parte de un puñado de grandes empresarios capitalistas y podrá barrer con el Estado que defiende y protege el funcionamiento de este sistema. El grillete de la apropiación capitalista necesita quitarse; se necesita romper la cadena de dominación imperialista y abrir la puerta al socialismo con la transformación de la apropiación privada en apropiación social, apropiación por parte de la sociedad, para que el inmenso potencial productivo de la economía pueda ponerse al servicio de las necesidades de la humanidad y la preservación del planeta, en vez de la sed de ganancias de un puñado que tanta destrucción y sufrimiento innecesario provocan. Esta transformación revolucionaria es necesaria y posible, y esta más reciente crisis sanitaria demuestra que la salud del pueblo lo exige.

Movimiento Popular Revolucionario

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Referencias seleccionadas:

Davis, Mike. “Los cerdos peligrosos usan traje”, La Jornada, 29-04-2009

Hernández Navarro, Luís. “Smithfield: un negocio muy marrano”, La Jornada, 5-05-2009.

“Influenza Porcina, cronología de eventos” en andinia.com, basado en el artículo en inglés, Veratect, “Swine Flu in Mexico- Timeline of Events”, http://biosurveillance.typepad.com/biosurveillance/2009/04/swine-flu-in-mexico-timeline-of-events.html

“Los estragos de Granjas Carroll en Perote”, Milenio Online, 13-04-2009.

Méndez, Enrique y Andrés Timoteo. Serie de 5 artículos sobre Granjas Carroll, La Jornada, 2 al 6-05-2009.

Ordaz, Pablo. “Un servicio de salud cómplice del virus”, El País, 3-05-2009.

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Se agregarán nuevos puntos de venta dentro de poco.

ELOGIOS

Mi infancia fue ilustrada con la educación socialista y desde entonces empecé a comprender lo dañino que son las religiones en la función de la personalidad del ser humano; y asevero ese principio que debe regir en todo pensamiento libre y con la finalidad de aprender y saber de la realidad, para servirnos de la naturaleza en la satisfacción de nuestras necesidades. Dicho principio dice: ‘Quitemos toda idea de dios de la naturaleza, para que nuestro pensamiento nos conduzca al razonamiento que origina la ciencia...
Bob Avakian, con su instructivo libro: ¡Fuera con todos los dioses!, abre puertas para comprender...
Por la necesidad del consuelo desde su primitivismo ancestral y actual, la religión es aceptada, venerada, no obstante todas las aberraciones y lacras sociales: las Cruzadas, la Inquisición, la persecución a la ciencia y científicos, actualmente la pederastia y otras tantas aberraciones y degeneraciones existentes en las religiones... Por todo esto es tan necesario el libro ¡Fuera con todos los dioses!, que ilustra y arma al pueblo, mostrándole el falso y neurótico refugio que son las religiones.
Dispongámonos a leer el libro de Bob Avakian, que enriquece nuestro pensamiento hermenéutico y que dará luz en estas tinieblas del capitalismo salvaje. Es un libro cuya verdad nos hará más libre.
Dr. Fausto Trejo F., psiquiatra y psicoterapeuta; ex maestro de psiquiatría de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Nacional Autónoma del Estado de México; ex director del Departamento de Orientación Vocacional del Instituto Politécnico Nacional

Devela el patriarcado que subyace en todas las instituciones sociales y valida la opresión y explotación de los seres humanos especialmente las mujeres. Aquí entiendes la vulnerabilidad social de distintos grupos humanos.
Visibiliza la corrupción y la violencia desde el poder de toda persona que piensa o es diferente y que no se adecua a los dictados del sistema, vía los medios tecnológicos.
Carolina Grajales Valdespino, Maestra en Ciencias Sociales. Profesora de la UNAM, Feminista irredenta

En mi poca existencia comparada con la naturaleza, este libro de Bob Avakian, ¡Fuera con todos los dioses!, ha reforzado mi conocimiento de una manera científica sobre aquella ignorancia inventada llamado Dios. Su objetivo: la opresión del hombre por el hombre.
Hace un análisis acompañado de fragmentos de la Biblia y sus contradicciones, con ejemplos que vivimos a diario. Va más allá del cristianismo, analizando el mal que dan las religiones y su opresión hacia la sociedad, en particular hacia la mujer. (Aclarando que mi primer acercamiento sobre dicho tema fue el libro de Dios y el Estado de Mijail Bakunin).
ero en este caso llegan a un fin común, hacia una crítica para transformarse en análisis que dé cómo resultado el desencadenamiento del ser humano. Asimismo agitan hacia la lucha social de esa idea tan absurda llamada Dios. Por lógica, ¡Fuera con todos los dioses! se acerca a nuestro contexto. Asimismo es una lectura distinta, lo que le hace ser enriquecedora hacia todo ser pensante y científico.
Moisés Lira, Egresado de la Escuela Nacional de Trabajo Social, UNAM

Convincente, mordaz y oportuno. Aunque no estoy de acuerdo personalmente con todo lo que dice Bob Avakian en el libro, creo que expresa sus argumentos de modo convincente y provocador. Enojado, humorístico, provocador y optimista en igual medida, es una lectura agradable que hace pensar.
Phil Zuckerman, profesor adjunto de Sociología, universidad Pitzer College

…mucha gente realmente no ha estudiado lo que dice la Biblia; Bob Avakian sí la ha estudiado. Pone al descubierto lo mentirosa y lo hipócrita que es... Esta es una lectura seria.
Eric G., ex Pantera Negra

Uno no tiene que ser marxista para aprender mucho de este libro. Especialmente me gustó la franca crítica de la epistemología ofuscadora de la religión y de sus consecuencias atroces para la mujer.
Laura Purdy, profesora de Humanidades y profesora de Filosofía, universidad Wells Collage
…podría ser la punta de lanza de un regreso a la Edad de la Razón.
Harry Lennix, actor, instructor

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¿Por qué la religión defiende la opresión de la mujer?

Póster de promoción del libro Fuera con todos los dioses.

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¿Por qué la religión defiende la opresión de la mujer?

La Biblia dice:

“La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión. Pero se salvará engendrando hijos. Se permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”. (1 Timoteo 2:11-15)

El nuevo libro ¡Fuera con todos los dioses! dice:
“Ahí mismo, vemos dos cosas que son elementos esenciales del cristianismo y la ‘tradición judeocristiana’: que las mujeres se sujeten a los hombres, y que el papel esencial de la mujer es engendrar hijos. Piensen en la terrible influencia de todo eso y de toda la opresión y dolor que ha propiciado, a lo largo de los siglos hasta hoy día”.

Chécalo, te abrirá nuevas perspectivas: Fuera con todos los dioses de Bob Avakian
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